martes, 2 de abril de 2019

Cielo y Mar


Cuando se acerca la tormenta

Te pido que no te enfades, al fin y al cabo, tu y yo no somos tan diferentes…
Así comienza nuestra conversación cada vez que te acercas a perturbar mi Luz. Y suena retorico decir esto, ya que es precisamente esa luz la que llega con fuerza penetrando en mis ojos de color miel.
Preciosa tormenta, cuéntame tus secretos y no sientas tanto miedo como el que yo estoy sintiendo ahora. Te acojo. Te abrazo.
Es ese canto tuyo el que remueve mis emociones. ¿Qué será de mí, si me escondes de la luz del día y me ocultas en la noche umbría?
Vete por favor, hoy no tengo ganas. Prometo acogerte cuando tus gotas de cristal me abracen.
 Ya pasó la tormenta; necesito descanso. Ser azul como antes. Encontrar tu abrazo, allí, justo allí, en la línea, donde se juntan Cielo y Mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario