domingo, 13 de noviembre de 2016

YA NO INTENTES CORREGIRME. MEJOR ÁMAME.

"Por favor, no trates de corregirme. No soy un fracasado. No te he pedido ninguna solución" 

Cuando tratas de corregirme, involuntariamente activas sentimientos profundos de indignidad, vergüenza, fracaso, incluso de una duda mortal con respecto a mí mismo. No lo soporto. Siento que debo cambiar para poder complacerte, que debo transformarme sólo para poner fin a tu ansiedad, que debo mejorar para eliminar tu resistencia hacia mi manera de ser. Y sé que no puedo hacer eso, y mucho menos con la urgencia que tienes, de todos modos. Me pones en una situación imposible. Me siento sumamente impotente. 

¡Sé que tus intenciones son amorosas! Sé que realmente quieres ayudar. Quieres ser útil. Quieres poner fin al dolor de la gente cada vez que lo ves. Quieres animar, despertar, proteger, educar, inspirar. Realmente crees que eres una persona positiva, compasiva, desinteresada, agradable, buena, amable, pura, espiritual. 

Pero quiero que sepas, honestamente, amigo, me siento como un montón de mierda cuando tratas de ‘amarme’ en esa forma tan anticuada. No siento que me estés amando en absoluto. Todo lo contrario. Siento como si estuvieras tratando de aliviar tu propia tensión a través de controlarme. Bajo el disfraz de ser ‘amable’ y ‘útil’ y ‘espiritual’, me siento sofocado, asfixiado, rechazado, humillado y no amado. ¡Me siento abandonado por tu amor! ¿Comprendes? Siento como si en realidad YO no te importara, ¡aunque en la superficie parece que sí te importo! Pero muy en el fondo siento como si estuvieras aferrado a una imagen de cómo debería ser yo. Tu imagen. ¡No la mía! 

Aparenta ser tu amor, pero se siente como tu violencia. ¿Me explico? 

Sin embargo, tan pronto como dejas de tratar de ‘ayudarme’, ¡te conviertes en la mejor ayuda para mí! ¡Dejo de intentar cambiar para complacerte! Me siento a salvo, respetado, tomado en cuenta, honrado por lo que soy. Soy capaz de recurrir a mi propio poder. Puedo confiar de nuevo en mí, tal y como tú estás confiando en mí. Me puedo relajar profundamente. 

Sin tu presión, sin tu exigencia para que me abandone a mí mismo para ser diferente, para sanarme, transformarme, iluminarme, despertar; sin tu exigencia para componerme, ‘mejorarme’, soy capaz de verme con más claridad. Puedo descubrir mis propia autoridad. Puedo tocar mi poderosa presencia. Me siento lo suficientemente seguro como para permitir y expresar mis verdaderos sentimientos, pensamientos, deseos, para apreciar mis propias percepciones. Ya no me siento sofocado, una víctima, un niño pequeño ante tu experto adulto. El adulto audaz en mí se eleva. Respiro más profundamente. Siento mis pies bien plantados en la tierra. Una amorosa atención imbuye mi experiencia, incluso lo que se siente incómodo. Mis sentidos se sienten mucho más despiertos. Energías sanadoras emergen desde lo más profundo. Me siento ligero, libre, despojado de tu miedo. Me siento respetado, no avergonzado. Visto, no comparado con ninguna imagen. 

¡Me ayudas tanto cuando dejas de tratar de ayudarme, amigo! Yo necesito mis propias respuestas, mi propia verdad, no la tuya. Quiero un amigo, presente y real, no un experto o un salvador. 

Y, ¿te has dado cuenta que cuando estás tratando de salvarme, en realidad te estás abandonando a ti mismo? Estás huyendo de tu propio desagrado, de tu propio potencial aun no sentido,  para enfocarte en el mío. Yo me convierto en tu mayor distracción. Ya no quiero ser eso para ti, nunca más. 

¡Rompamos juntos este ciclo! Dejemos de tratar de corregirnos o salvarnos los unos a los otros. Mejor amémonos mutuamente. Honrémonos los unos a los otros. Respetémonos. Apoyémonos. Tal y como somos. Como realmente, realmente, realmente somos.” 


               

sábado, 5 de noviembre de 2016

El huésped

Hoy, prueba esto:

Si te sientes triste, o con miedo, o si sientes una tensión en tu cuerpo, sólo por un momento, deja de intentar ‘soltarlo’. ¡Olvídate de ‘elevar tu vibración, también’! En su lugar, simplemente sé con el malestar. Siente curiosidad por él. Serénate alrededor de él. Respira en él. Ofrécele un espacio, un lugar, un tiempo. Olvídate de entenderlo, ‘liberarlo’ o ‘corregirlo’ el día de hoy y sólo deja que esté aquí, el tiempo que necesite estar aquí. Deja que se quede, si quiere quedarse. Deja que se vaya, ¡si quiere irse! Deja que regrese, si quiere regresar. Trátalo como a un huésped que es bienvenido en el inmenso Hogar de Reposo de tu ser, como a un amado niño cuyo hogar es justamente este.


sábado, 6 de agosto de 2016

Así es mi amor...

Te quiero, incluso cuando no te lo mereces, aunque te parezca increíble y a veces injusto… Da igual, no me preguntes la razón por la que querría quedarme contigo; simplemente todo es mejor si tú estás.
A veces pienso en que lo mejor es darme la vuelta e irme a casa, pero es que casa eres tú. Tú, que hueles a hogar, que eres un hermoso desastre. Me haces sonreír entre tinieblas y entonces siento la necesidad de quedarme a vivir en tus ojos.
Porque los errores que cometes me dicen que eres tú y tu lado más humano en una pugna por la metedura de pata. Porque sé que tienes conciencia y que no tardarás en atormentarte por errar y mostrar tu versión más imperfecta.
No es un pacto ni un regalo, me quedo a tu lado porque quiero y porque te quiero, aunque a veces ambos sabemos que quizás no te lo merezcas. Pero ni siquiera yo me lo merezco, al menos no siempre.
Es un toma y daca, un intercambio; pero quedarse no entiende de definiciones. Ni siquiera a veces tenemos razones, somos así de aficionados al masoquismo. Pero eso nos ayuda a sembrar, a recoger, a ser ambiguos y a creer en que lo que hacemos va más allá de la razón.
Yo me quedo a tu lado a pesar de tus torpezas y de tus desplantes, porque estoy en las buenas y en las malas, porque siempre quiero verte sonreír, porque somos personas de valores, porque dejamos de lado el egoísmo y nuestro interés es siempre sincero.
Siempre intentaré ayudarte a recuperar el aliento a través de nuestra complicidad. Te perdono la impuntualidad en mi vida y te espero al otro lado para que cruces el río del sacrificio, del desafío y del cansancio.
Porque en que te quiero están todos los matices que nos definen y que explican la razón por la que quedarme aun conociendo tu peor versión es mi mejor alternativa. Y es que sé que cuando yo falle tú también permanecerás.


lunes, 11 de abril de 2016

Diez enseñanzas de ´El Principito´


1. -"Todos los mayores han sido primero niños (pero pocos lo recuerdan)"
Incluida en la dedicatoria, esta frase ilustra como el hombre se olvida de manera paulatina de lo que significaba ser niño, un tramo de la vida en el que la bondad y la ilusión están más presentes. Con este arranque, Exupéry marca el territorio en el que se va mover la obra.
2.-"Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos"
Una frase para hacer mención a la importancia de equivocarse, tomar caminos inesperados y asumir riesgos en el camino de la vida.
3.-"Y los hombres no tienen imaginación, repiten lo que uno les dice"

Exupéry escribió la obra en Estados Unidos, donde se encontraba exiliado tras la ocupación de Francia por parte de la Alemania nazi, un hecho que le atormentaba. La preocupación por el avance del fascismo y del autoritarismo se condensa en esa frase.
4.-"Los hombres ya no tienen tiempo para conocer nada; compran las cosas ya hechas a los comerciantes; pero como no existen ningún comerciante de amigos, los hombres, los hombres ya no tienen amigos"
Exupéry previó con acierto como el progresivo cambio de una sociedad artesanal a otra industrial deterioraría la comunicación y las relaciones humanas, una idea que muchos ven reflejada en el mundo actual, con múltiples herramientas para interactuar pero con amplias capas de la sociedad que confiesan sentirse solas.
5.-"Conozco un planeta en el que vive un señor muy colorado. Nunca ha olido una flor. Nunca ha contemplado una estrella. Nunca ha amado a nadie. Nunca ha hecho otra cosa que sumas. Se pasa el día diciendo, como tú: "¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!", lo que le hace hincharse de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!"

Un llamamiento a la pasión, al amor y a la necesidad de que el hombre no olvide sus raíces. Abandonarse al trabajo y hacer de él el núcleo central de la vida no hará a los hombres más felices.
6.-"Se debe pedir a cada cual lo que está a su alcance realizar"
Una idea para ilustrar como la exigencia del hombre debe centrarse en terrenos donde su capacidad de trabajar se encuentre con su habilidad para disfrutar, en lugar de hacer de la vida un lugar repleto de insatisfacciones.
7.-"No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.

Pocas frases en la historia de la literatura universal han resumido de manera más sencilla y brillante el sentido de la amistad, un concepto clave en ´El Principito´.

8.-"¿Y de qué te sirve poseer las estrellas?
-Me sirve para ser rico.-¿Y de qué te sirve ser rico?-Me sirve para comprar más estrellas"La futilidad de la acumulación de riquezas materiales es desnudada de forma brillante por Exupéry, que critica la desmesura de la Humanidad en la búsqueda del dinero como fuente de felicidad.

9.-"Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio"
Un pasaje que hace incidencia en la importancia de desterrar prejuicios y, sobre todo, en la necesidad de conocerse a uno mismo, saber sus fortalezas y debilidades, y a partir de ahí obrar en consecuencia, con respeto a los demás y a uno mismo.
10.-"He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos."
Una frase que resume como la belleza y la felicidad que el hombre busca en su día está presente en el amor que es capaz de dar y recibir.