No es más que un frío muy cálido. Así es
como se acogen las palabras más realistas que puedes recibir de alguien que
intenta quererte, protegerte, acunarte en su regazo de un manto azulado con
olor a brisa marina.
El amor puede coger muchas
formas, incluso colores...tantos como los de un arcoiris que de repente aparece
ante tu mirada como una dulce rendición ante la asombrosa belleza de la vida. Y
lo acojo, acojo ese amor con los brazos muy abiertos, aun sabiendo que solo
está ahí, mirándome desde algún punto del universo. Y así es, aunque a veces
cueste así es.
Siempre estuve convencida
que, como dice aquel proverbio chino "el aleteo de las las de una mariposa
se puede sentir al otro lado del mundo".
Es así, ¡por supuesto que es
así narices! Cualquier pequeña acción de nuestro ser, puede cambiar el mundo,
por tanto, sintámonos responsables de cambiar nuestra realidad, a veces oscura,
a veces desalmada.
Es así, tal como lo describe
mi adorable Mario Benedetti en su poema "No te rindas": "Vivir
la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar el canto, bajar la
guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar
la vida y retomar los cielos"
Así que;
No te rindas, por favor no cedas
aunque el frío queme
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma
y hay una vida en tus sueños,
porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque los has querido y porque "te quiero".
Texto dedicado al Rey de los mares azules
(con todo lo que tienes, con todo lo que eres)
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