"Las monjas nos enseñaron que hay dos sendas en la vida: la de la naturaleza y la de la gracia. Hay que elegir cuál se seguirá. La gracia no trata de complacerse a sí misma. Acepta que la desaíren, que la olviden, que le tengan aversión. Acepta insultos y agravios. La naturaleza es interesada. Hace que otros la complazcan. Le gusta dominarlos. Para salirse con la suya. Encuentra razones para ser infeliz cuando el mundo brilla a su alrededor, cuando el amor sonríe a través de todo. Nos enseñaron que nadie que ama la senda de la gracia termina mal. Te seré leal. Pase lo que pase."
-El árbol de la vida-
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