Examina este momento: ¿cuántas cosas lamentas? ¿qué vas a hacer al respecto?
Tienes tres opciones:
Una, sentarte de brazos cruzados y sentirte fatal.
Dos, hacer algo para arreglar el daño y lograr el resultado que quieres.
Tres, olvidarlo todo.
Parece que siempre nos damos cuenta "después" de lo que deberíamos haber hecho.
¿Y si decides ver lo que hiciste simplemente como aquello que hiciste...lo que tenías como aquello que tenías...lo que viviste como aquello que viviste...
¿y dejarlo así?
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